
El oso lunar (Ursus arctos selenarctos), también conocido como oso negro asiático u oso selenarctos, es una subespecie cautivadora pero vulnerable del oso pardo nativa de Asia Oriental. Se trata de la subespecie de oso pardo más pequeña, y es conocida por su pelaje negro distintivo con una marca blanca en forma de V en el pecho.
Una criatura del bosque, no de la mitología
A diferencia de otras especies de osos, el oso lunar no tiene una fuerte presencia en la mitología o el folclore. Si bien es venerado por sus propiedades medicinales en algunas culturas, no ha alcanzado el estatus legendario de sus primos grizzly o polares.
Una vida de miel y bayas
Este oso de tamaño mediano, que pesa entre 60 y 150 kilogramos, presume de un pelaje negro elegante con una marca blanca distintiva en forma de V en el pecho. Principalmente omnívoro, su dieta gira en torno a frutas, bayas, nueces, insectos y pequeños mamíferos. Es particularmente aficionado a la miel, lo que le ha valido el apodo de «oso de miel» en algunas regiones.
Bilis: Un producto controvertido
La desafortunada fama del oso lunar radica en su preciada bilis. La medicina tradicional china valora la bilis de oso para tratar diversas dolencias, a pesar de la falta de evidencia científica de su eficacia. Esto ha impulsado un comercio cruel e ilegal, donde los osos lunares son sometidos a horribles prácticas de cría.
Una lucha por la supervivencia
La demanda de bilis ha empujado al oso lunar a la categoría de vulnerable en la Lista Roja de la UICN. La pérdida de hábitat, la caza y el comercio de bilis representan amenazas importantes.
Tomando medidas para un futuro más brillante
Organizaciones como World Wildlife Fund (WWF), International Fund for Animal Welfare (IFAW) y Bear Conservation Fund trabajan incansablemente para proteger a estos osos. Sensibilizar, abogar por regulaciones más estrictas y apoyar los esfuerzos de conservación del hábitat son pasos cruciales para garantizar la supervivencia del oso lunar.